El conejo común es uno de los referentes en cuanto a la
fauna de la península, durante los últimos años la disminución de su población
ha afectado a toda la pirámide trófica ibérica. Poco a poco se han realizado
proyectos de protección y conservación con el objetivo de recuperar más
fácilmente a sus depredadores.
El conejo europeo propio es originario de la península
ibérica, donde antaño fue tan abundante que el nombre de nuestro país es debido
a esta especie. Físicamente es la imagen típica de un conejo, sus largas orejas
y ojos oscuros son su principal característica. Su pelaje es corto pero denso,
generalmente de color grisáceo o marrón. Son conejos de una longitud de entre
35 y 50 cm, con un peso algo mayor en los machos. El peso medio de la especie
se situa entre 1,2 kg y 2,5 kg.
Volvamos a las orejas porque son algo importante en su
biología, esta parte del cuerpo tiene dos funciones principales. La primera
está relacionada con su sentido del oído, extremadamente sensible y necesario
debido a su posición de presa principal en la cadena trófica. La segunda
función de esta parte de su cuerpo está relacionada con la termorregulación;
los conejos no sudan, ni jadean como los
perros por lo que emplean el tamaño de sus orejas para disipar el calor de su
cuerpo.
Su distribución se extiende por toda la península ibérica en
mayor o menor proporción. Se sitúan en altitudes próximas al nivel del mar,
prefieren suelos arenosos y blandos para la construcción de sus madrigueras.
Les gusta las zonas boscosas donde las raíces de los árboles ayudan en las
estructura de las madrigueras. Su
hábitat perfecto, a pesar del anterior, son zonas abiertas de matorral donde
poseen alimento a expensas. Sus territorios no suelen sobrepasar los 15 metros
cuadrados, son gregarios y forman colonias. A pesar de que los individuos del
mismo sexo no se llevan bien, no es extraño encontrar conejeras con dos machos
y es normal ver varias hembras en una misma madriguera aunque respeten las
distancias. Los conejos también tienen una sociedad jerarquizada similar a la
de los lobos, por ejemplo. Cuando una conejera se satura las hembras de menor
rango son expulsadas y crean madrigueras secundarias cercanas a la principal.
Su alimentación se basa en plantas herbáceas, tanto leguminosas
como gramíneas de escasa talla. En invierno debido a la escasez de estas llegan
a comer cortezas de arbustos y tallos. También se nutren a partir de bulbos o
raíces que encuentran al excavar. Son animales cecótrofos, los conejos defecan
dos tipos de heces; la más famosa que es como un guisante negro y más grande y
otra más alargada y blanda que ingieren. Estas heces son ricas en bacterias y
proteínas, estos excrementos permiten digerir las plantas de forma más
eficiente.
Son famosos por ser animales muy prolíficos, las hembras son
maduras sexualmente a las diez semanas pero no es conveniente en cautividad
debido a que no se ha desarrollado completamente. Las hembras que se quedan
preñadas tienen una gestación e unos treinta y dos días, tras esto da a luz
entre 4 y 12 gazapos. Son comunes los abortos debido al estrés que está
permanentemente sometida la especie. Su reproducción se basa en la ovulación
inducida, donde la copula con el macho induce a que la hembra entre en celo.
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