Es uno de los herbívoros más representativos a nivel mundial
de la península ibérica, su morfología es única. Es reconocible su capacidad
para vivir en zonas escarpadas donde otros animales no se aventurarían.
Su tamaño es muy diferente entre machos y hembras, los
machos son unos animales de un tamaño impresionante. Su altura hasta la cruz
suele ser de 75 cm, metro y medio de longitud y llegar a pesar 110 kg. Las
hembras con un tamaño modesto pero también considerable miden alrededor 1,2 metros
de longitud, 60 cm hasta la cruz y pesar entre 40 y 50 kg. Ambos géneros
cuentan con cuernos pero los de los machos son notablemente más grandes que los
de las hembras.
El pelaje y el color varían según la edad y la época del
año. Durante los meses invernales el pelo se vuelve largo y tupido y más
grisáceo. Durante la primavera se produce la muda y su pelaje se acorta y se
vuelve de tono canela completamente en las hembras. Los machos aparte de este
color básico poseen una coloración negra en los costados, patas y vientre. Los
cuernos de los machos no dejan de crecer nunca y pueden llegar a ser bastante
pesados. Durante el año los machos se separan del grupo de hembras que crían a
sus retoños o chotos. Durante estos períodos veraniegos e invernales tienen
hábitos distintos, en los meses veraniegos suelen estar activos en las primeras
y últimas horas del día. En los meses más fríos suelen moverse en las horas
centrales del día ya que es cuando más calor hace.
En el período de celo los machos se unen a los grupos de
hembras y comienzan varios rituales para elegir al macho más fuerte. Los machos
de tamaños parejos se examinan mutuamente para evaluar el estado físico de los
oponentes. Algo que suelen hacer es golpear con las patas el vientre y los
testículos del otro animal, también suelen tratar de hacer la zancadilla al
rival con sus cuernos. Tras estas primeras examinaciones los machos que más
vigor tienen continúan y se preparan para las luchas, están son muy duras
físicamente. Cada golpe que realizan provoca un estruendo en toda la montaña,
podríamos pensar en fracturas craneales o de los cuernos pero esto es algo
rarísimo, su cráneo posee un refuerzo óseo y sus huesos poseen una capa de
queratina flexible que amortigua el impacto y disipa la fuerza de este.
Hay reconocidas varias subespecies de esta especie, según la
zona donde habitaban. Cada hábitat distinto hizo que la selección natural
actuase de distinto modo en los distintos lugares.
-Capra pyrenaica hispanica: es la subespecie con mayor número de
ejemplares, suelen vivir cerca de cordilleras situadas al lado del mar
mediterráneo.
-Capra pyrenaica victoriae: otra
subespecie pero que cuenta con menor número de ejemplares, se encuentran en las
cordilleras del centro y norte de España. En la sierra de Gredos se encuentra
la mayor concentración de esta subespecie con 10 000 ejemplares.
-Capra pyrenaica pyrenaica: Una subespecie conocida en el mundo entero
por su extinción en el 2000. Su clonación exitosa en parte nos permite recordar
al bucardo a día de hoy.
-Capra pyrenaica lusitanica: su población se distribuía entre los montes
gallegos y portugueses, fue la primera subespecie en extinguirse en al año
1892.
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