Estamos en el mes del santo San Blas, y como dice el dicho:
“Por San Blas la cigüeña verás”. La cigüeña es un ave muy apreciada en España y
Portugal. Tras un descenso en sus poblaciones, poco a poco ha ido recuperando
ejemplares; ya no es raro verlas anidando en los edificios más altos de las
ciudades. En la península tenemos dos tipos de cigüeñas.
Cigüeña blanca
Es la más representativa de los dos tipos de aves, es la más
conocida, popular y abundante. Son aves bastante grandes, miden alrededor de
100 cm de altura y entre 150 y 210 cm de envergadura. Sus alas son anchas, una
adaptación evolutiva que les permite realizar grandes travesías desde sus
lugares de anidación en verano a sus lugares de reposo invernal en África. Su
pico es algo muy llamativo, es una parte del cuerpo que llama la atención
debido a su color rojo intenso en los adultos. Su coloración básica es el
blanco con negro en la zona final de las alas, tanto en la parte superior como
en la inferior.
En la península esta ave empieza a verse entre el mes de
Febrero y Marzo, en su migración desde el continente africano trata de evitar
la zona del mar mediterráneo y atraviesa el Levante mediterráneo en oriente.
Esto se debe a que su vuelo planeador requiere de columnas térmicas que les permitan
mantener una sustentación, debido a que estas corrientes no se generan en el
mar tratan de permanecer en tierra todo lo posible.
Su alimentación es carnívora, se nutren a partir de una gran
variedad de invertebrados y vertebrados. Dentro de los invertebrados tiene
predilección por los escarabajos, además se ha descubierto que al ingerir el
crustáceo Procambarus clarkii su
pico adquiere una coloración roja aún más intensa. Dentro de los vertebrados
puede atacar a reptiles, anfibios y a pequeños mamíferos.
Forman parejas para
toda la vida, es decir, son monógamas.
Esto no quiere decir que si uno de los ejemplares muere el otro no
busque otra pareja. Aprovechan año tras año el nido que construyeron en la
primera anidación, se limitan a reforzarlo. Tras la llegada a la zona de
anidación comienzan a emitir un sonido que no es generado por cuerdas vocales,
si no por el repiqueteo de su pico. Tras el apareamiento la hembra incuba una
única puesta, generalmente conformada por cuatro huevos blancos y ovalados. Los
polluelos crecen con rapidez gracias al constante suministro de comida por
parte de los padres. Es normal pensar que deben crecer rápido y fortalecerse
debido al largo viaje que realizarán en los meses próximos al invierno.
Cigüeña negra
Es una animal de
tamaño similar al anterior pero bastante distinta en cuanto al color del
plumaje, es obvio porqué se llama “negra”.
Su plumaje es totalmente negro exceptuando el vientre que es blanco, y
las patas y pico que son rojos como los de su homólogo. En la zona inferior del
cuerpo presenta pequeños brillos de color de verde y morado. Realiza rutas
migratorias similares a las de la cigüeña blanca, aunque hay una pequeña población
en Extremadura presente todo el año. Las poblaciones que se establecen en zonas
más al norte emigran a África.
En la península no
es muy representativa, Extremadura es la zona con mayor número de ejemplares y
parejas nidificando. Suele establecer sus nidos en robledales y en bosques de
pino y alcornoque, es indispensable abundancia de agua. Son monógamas, y
emplean el mismo nido todos los años, en especial las parejas de más edad. A
diferencia de la cigüeña blanca no se las suele ver cerca de ciudades, suelen
nidificar en acantilados en las copas de árboles robustos. La puesta es
incubada por ambos progenitores alrededor de 40 días, la nidada se compone de
entre 3 y 5 huevos. Los pollos son alimentados por los padres durante unos 70
días, en épocas de escases se ha visto a los progenitores eliminar al ejemplar
más débil para asegurar la supervivencia de los más aptos.
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