El bucardo o Ibex pirenaico es una cabra que se extinguió en
este siglo. Es famosa esta especie por los intentos de clonación llevados a
cabo. Quizás no se vuelva a ver a este animal otra vez pero sí que podemos
recordarlo.
No se conoce muy bien su morfología pero podemos decir que
era de mayor tamaño d que la cabra montesa. La última bucarda viva, Celia,
pesaba alrededor de 66 kg y es posible que el macho pesara más de 80. Se diferenciaba de las otras tres subespecies
por un pelo largo y denso, esto era una adaptación al frío extremo de la zona.
Los cuernos de los machos eran más grandes que los de cualquier otro ejemplar
del género Capra en la península.
Durante las dos primeras décadas del siglo pasado se supuso
que este animal ya estaba extinto pero se encontraron ejemplares en una remota
localización. Tras este sorprendente descubrimiento múltiples investigaciones confirmaron
la proximidad genética con la cabra montesa. Un intento de poder seguir al
grupo era introducir machos de cabra montesa esterilizados en el grupo con
radiotransmisores. Estos machos nunca llegaron a adaptarse y murieron. Tras
esto se introdujeron machos fértiles en el grupo para intentar una hibridación,
algunas hembras quedaron preñadas pero nunca se vio un alumbramiento.
Tras los fallidos intentos de aumentar la población gracias
a la hibridación se decidió capturar a la última bucarda viva y extraer
muestras de piel. Tras esta intervención se liberó al ejemplar que apareció
muerto en el 2000. Tras conservar las células del tejido en nitrógeno líquido
se procedió a intentar la clonación en 2001. Tras la implantación de un cigoto
en una cabra con la genética del bucardo se esperó hasta el momento de su
nacimiento. El pequeño animal nació vivo y genéticamente idéntico a la bucarda
pero no sobrevivió por problemas respiratorios, solo vivió 7 minutos.
Hoy en día hay una gran disparidad de opiniones sobre si se
debería de clonar el animal. Tras el primer intento y el avance de la
ingeniería genética se está muy cerca de lograr poder clonar un ejemplar sano.
Muchas voces críticas afirman que no sería una buena idea debido a que solo se
clonaría una hembra pero no habría un macho para generar descendencia. Una
opción a este problema sería realizar cruces con los ejemplares clonados con
cabras montesas hasta crear una población híbrida. Además tras múltiples
ensayos están a punto de conseguir cambiar cromosomas X por Y, lo cual nos
permitiría clonar animales de ambos sexos. Ciertos sectores naturalistas se
oponen a ello pero, si tenemos los medios para restablecer una especie que el
ser humano ha eliminado por qué no lo vamos hacer
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