Es uno de los cérvidos más reconocible por todos por su
característico color y sus motas en los cuartos traseros. Es conocido en la
zona mediterránea por muchos aunque ha sido introducido en varias zonas no
endémicas. En este artículo hablaremos de sus características.
Es una especie similar al ciervo común, aunque este sea
mayor y presente una tonalidad más oscura y apagada. Su tamaño es de unos 140
cm para los machos que pueden llegar a pesar entre 50 y 70 kg, las hembras son
de una longitud menor y pesan entre 30 y 60 kg. Presenta un dimorfismo sexual
acentuado por el mayor tamaño del macho porque este presenta unas cuernas
similares al del alce pero más pequeña y con proyección ascendente.
Las poblaciones españolas no son autóctonas pero se introdujeron
alrededor del siglo XV ejemplares que provenían de las zonas de Turquía, las
primeras poblaciones son las del parque de Doñana. Su hábitat está muy
relacionado en nuestro país con la dehesa española, es decir; bosques de
encinas con praderas de matorral bajo y despejado. Su alimentación está
constituida por multitud de especies herbáceas, es menos ramoneador que el
ciervo común aunque también incluye en su dieta matorrales.
Su pelaje es de color rojizo o anaranjado brillante, tienen
una banda de color amarillo pálido en los flacos en las zonas cercanas al
vientre que es blanco. Sus cuartos traseros están salpicados por pequeñas motas
blancas, la seña de identidad de esta especie. Sus astas son una mezcla entre
las del ciervo común y las del alce. Posee una franja negra en el lomo que
empieza desde los hombros hasta su escudo anal. Félix rodríguez de la Fuente
realizó numerosos trabajos sobre la función del escudo anal. Cuando están
relajados mueven la cola y la mantienen abajo, cuando se sienten incómodos sólo
la mantienen abajo. Cuando presiente peligro la cola adopta una posición
horizontal, cuando ven a un depredador la levantan por completo. Su función es
alertar al grupo de posibles amenazas.
Las cuernas están completamente desarrolladas hacia el final
de Julio, el celo comienza en los comienzos del otoño. Curiosamente su celo
comienza justo después del celo del ciervo común. Forman grupos pequeños de no
más de 10 individuos a los que en el mes de Octubre se les une un macho. La
gestación de las hembras dura 8 meses, los partos se producen en finales de
mayo comienzos de junio. Las hembras dan a luz una cría por cada gestación,
raramente 2 o 3.
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