Tigre de tasmania

El tilacino fue un marsupial carnívoro originario de Australia emparentado con el diablo de Tasmania. Su extinción ha dejado dudas sobre si realmente ya no hay ningún ejemplar ya que varios granjeros han afirmado haberlo visto. En este artículo hablaremos de sus características.

Pertenece al grupo de los no placentarios al igual que los canguros o los ualabís, pero este animal al contrario que estos era carnívoro y durante muchos años fue cazado sin parangón por los ganaderos. Su población en el continente desapareció rápidamente con la llegada de los primeros humanos y por la competencia con el dingo pero en la isla de Tasmania pudieron sobrevivir un poco más.

Morfológicamente presenta una evolución convergente con los cánidos del hemisferio norte, su cráneo tiene una forma prácticamente igual al del lobo gris y aún más parecido al zorro. No se les puede distinguir fácilmente por el esqueleto pero si por su pelaje. Su piel era de color dorado con líneas negras en su espalda. Su pelo era corto y su cola rígida era similar a la del canguro. Su longitud variaba entre 100 y 175 cm de longitud, la cola media alrededor de 55 cm. Una curiosidad de este animal es su capacidad de abrir la boca al igual que otros marsupiales carnívoros como el diablo de Tasmania o la zarigüeya americana.

 

Su dieta se componía de marsupiales como canguros, aves como el emú y muchos otros animales endémicos de Australia. Su extinción en Australia se cree que sucedió alrededor de 2000 años atrás, los motivos principales fueron la competencia con los humanos por la caza al igual que con los dingos. Las primeras personas también utilizaban a los dingos como ayudantes de cacería y para a veces cazar a los propios tilacinos. Su extinción en la isla de Tasmania es muy reciente, de la década de los treinta. Se pagaron recompensas por cada cabeza cazada pero se cree que se mataron más de los que se oficializaron. En la isla su población también disminuyó por la competencia con los zorros. 

Se intentó recuperar a la especie durante los años veinte pero si éxito, el último ejemplar salvaje fue abatido por un granjero al verlo cerca de sus gallinas. El último ejemplar murió en 1936, se llamaba Benjamín y se creía que era una hembra debido a que no tenía saco escrotal, esto era algo muy prometedor pero en aquella época no había los avances de genética actuales. Sin un macho su reproducción era imposible pero hoy por hoy con su secuenciación genética completa se podría experimentar y quizás devolver una especie al mundo que nosotros eliminamos.

Ha habido una gran cantidad de avistamientos de ejemplares salvajes en los últimos años, no sería raro que siguiera vivo ya que solía cazar por la noche y se han encontrado restos de huesos de animales que parecían haber sido atacados por un tilacino. Hay multitud de observaciones, una fotografía parece mostrar los cuartos traseros del animal y varios vídeos nos muestran animales de la conformación del tigre de Tasmania. En 1982 un investigador observó alrededor de tres minutos a un ejemplar durante la noche.